Garafía, Puntagorda y Tijarafe aprueban un manifiesto en defensa de un modelo de futuro sostenible para la Comarca Noroeste

Todos los grupos políticos que conforman las corporaciones municipales de Garafía, Puntagorda y Tijarafe han aprobado por unanimidad, en los respectivos  plenos celebrados ayer lunes 31 de mayo, un manifiesto por la defensa de un modelo de futuro sostenible para la Comarca Noroeste de la isla, en el que se solicita al Cabildo Insular de La Palma que no se tramite oficialmente la propuesta de limitación a la actividad turística en la zona de las medianías altas de estos tres municipios, contenida en el informe emitido por el servicio de Política Territorial del propio Cabildo: Viñedos de La Palma. Singularidad territorial y admisibilidad turística.

A través de este manifiesto, los Ayuntamientos de Garafía, Puntagorda y Tijarafe rechazan y condenan la “grave injerencia” que supone la actuación unilateral de la Consejería de Política Territorial del Cabildo de La Palma, no solo en el ámbito competencial de los tres municipios, en el marco de desarrollo de sus planes generales de ordenación, en cuya aprobación estos consistorios fueron pioneros, sino cuestionando la propia Ley de las Islas Verdes, que impulsa el desarrollo turístico, junto con el desarrollo del sector primario, permitiendo expresamente el uso turístico del suelo rústico.

Según los datos oficiales de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, en los últimos 15 años, en Tijarafe ha aumentado la extensión del cultivo de la viña en 26,5 hectáreas, en el mismo periodo en Puntagorda se incrementó en 40,5 hectáreas y en Garafía, donde menos ha crecido este modelo turístico de pequeñas dimensiones, aumentó en 11,7 hectáreas, perdiéndose en los últimos 9 años casi 6,5 hectáreas de viñedo. Se demuestra, de esta manera, indican, que no solo es posible conjugar el desarrollo turístico con el de la actividad agraria, sino que, además, sin el impulso generado por el primero es muy probable que el segundo se resienta a falta de otros estímulos sostenibles en el tiempo y en el territorio.

Por esto, desde los municipios de Garafía, Puntagorda y Tijarafe se discrepa de la interpretación “parcial y sesgada” con la que se ha tratado un asunto que “intenta sembrar dudas sobre la protección del medio rural, poniendo en cuestión el legítimo desarrollo de estos, así como la defensa de los intereses generales de los vecinos y vecinas”. La comarca noroeste de La Palma cree firmemente en el diálogo, en el respeto institucional y en los principios democráticos, sustentados en las leyes vigentes, que garantizan el interés general desde la responsabilidad de la gestión, la consideración al ámbito competencial y al amparo de una normativa garantista en la preservación del paisaje y del sector primario; pero poniendo, por encima de todo, el énfasis de la actuación política en las personas, en su futuro y bienestar.

Los tres municipios que conforman la Comarca Noroeste defienden la preservación de sus paisajes, un legado vivo que forma parte de la cultura y de las tradiciones más arraigadas, pero sin renunciar a generar nuevas oportunidades, mediante un uso racional y sostenible del paisaje en favor de la empleabilidad y el futuro productivo de las poblaciones de la comarca, que son los verdaderos protagonistas y el objeto de servicio. Las alternativas al modelo intermedio planteado en torno al equilibro agro-turismo, desarrollado y puesto en práctica en estos municipios, llevaría a posicionamientos más extremos y, por tanto, menos viables, tanto en el sentido de una sobreprotección que convertiría a la comarca en un mero “parque temático rural”, absolutamente artificial y subsidiado para poderse sostener, o bien, en un territorio sin control urbanístico que destruye e hipoteca el legado paisajístico y patrimonial que alberga.

De esta manera, rechazan rotundamente la propuesta de la Consejería de Política Territorial del Cabildo de La Palma de limitar, más allá de las restricciones que ya existen recogidas en la legislación actual y en los vigentes planes de ordenación, la posibilidad de implantar pequeñas instalaciones turísticas en este territorio, ya que esta propuesta ahonda en la normativización y burocratización de los usos en el entorno rural, dificultando aún más el sostenimiento económico de las personas y comunidades que mantienen estos paisajes, abocándolos al abandono y suponiendo un freno al desarrollo, no solo de las labores agrícolas, sino también de aquellas actividades económicas y de servicios complementarias a la actividad del sector primario, que hacen viable la fijación de la población en la Comarca.