El Cabildo, el Estado y el Ayuntamiento de Garafía abordan la problemática de los ataques de perros que sufre el ganado ovino
El Cabildo de La Palma, la Dirección Insular de la Administración General del Estado y el Ayuntamiento de Garafía han mantenido una reunión con el presidente de la Asociación de Criadores de la Oveja Palmera, Ángel Custodio, para abordar la grave problemática que están padeciendo los ganaderos de este municipio y de otras localidades de la Isla por los ataques que están sufriendo las ovejas por perros asilvestrados.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo, José Adrián Hernández, ha compartido la preocupación expresada por el sector, dado que estos ataques están afectando tanto a las explotaciones ganaderas, como a la pervivencia de una raza como la Oveja de Raza Palmera, una raza autóctona que se encuentra en grave peligro de extinción.
José Adrián Hernández destacó la importancia de estudiar medidas que permitan hacer frente a esta problemática que está llevando a los ganaderos a desistir de seguir adelante y agradeció el esfuerzo que realizan tanto la Policía Local como la Guardia Civil para tratar de mitigar estos ataques.
Del mismo modo valoró la labor que desarrollan los ganaderos que, a pesar de estas dificultades, siguen adelante en su apuesta por la ganadería ovina en la isla de La Palma y, en especial, por la Oveja de Raza Palmera.
La directora insular de la Administración General del Estado, Ana María de León, expresó su preocupación por esta situación y aseguró que abordará con los mandos de la Guardia Civil en La Palma la posibilidad de reforzar la vigilancia.
En cualquier caso, la directora insular se comprometió también a estudiar la posibilidad de crear la figura de los guardas rurales, que funcionan en otras comunidades autónomas y que trabajan en coordinación con la Guardia Civil para mejorar la seguridad y la vigilancia en el medio rural.
En el encuentro mantenido intervinieron también los concejales de Garafía , José Ángel Sánchez y José Miguel Castro, localidad donde se han producido los últimos ataques y donde la ganadería conserva un peso importante en su economía y cultura.